0

Tu producto se agregó al carrito

Tu carrito esta vacío

Volver

5 hábitos alimenticios que contribuyen a una vida saludable

5 hábitos alimenticios que contribuyen a una vida saludable

Una alimentación sana y balanceada es parte de una vida saludable; para que una alimentación sea saludable debe incluir una gran variedad de alimentos en cantidades apropiadas según la edad, etapas de vida, actividad física y enfermedades. Los nutricionistas recalcamos que en la variedad está la nutrición porque cada alimento trae distintos nutrientes en su composición y ningún alimento posee todos los nutrientes esenciales.

De esta forma conseguimos un equilibro entre el aporte necesario de nutrientes y calorías y las necesidades de cada persona, con el fin de que el cuerpo desarrolle sus funciones correctamente.

Los estilos de vida influyen en el correcto aprovechamiento de los nutrientes, el ritmo de vida, el trabajo y el estrés son grandes influyentes, y muchas veces impiden mantener hábitos de alimentación saludables.

Un hábito por definición es una práctica habitual o comportamiento (aprendido) que se realiza de forma repetitiva, es decir con frecuencia de la misma forma o bajo las mismas condiciones.

Por lo tanto, para tener hábitos saludables o mejor dicho crear un nuevo hábito de alimentación es necesario realizar la misma práctica con regularidad durante un largo tiempo. En un estudio realizado por la University College de London en 2010, se encontró que para formar nuevos hábitos debían pasar 66 días en promedio.

También podemos identificar algunos hábitos de vida y de alimentación no tan saludables, entre ellos destacan el incremento de ingesta de productos procesados, altos en azúcares refinados, grasas saturadas, aditivos y pobres en fibra o nutrientes. Consumo de alimentos o preparaciones fuera de casa poco balanceados en cantidad y calidad, favoreciendo el consumo de harinas blancas, frituras y grasas trans. Consumo de productos para lograr objetivos sin una asesoría profesional o consulta médica y la falta de actividad física. Otro hábito poco saludable es no dormir lo suficiente y la situación constante de estrés.

¿Cómo puedo empezar a mejorar mis hábitos de alimentación?

  • Elabora una lista de tus hábitos y costumbres de alimentación; puede ser como un diario de comidas colocando las cantidades, la hora o el motivo.
  • Revisa y resalta los hábitos que son poco saludables como por ejemplo comer viendo televisión o el celular de forma rápida y buscando luego más comida.
  • Identifica por qué tiendes a realizarlos de esa forma y cómo puedes evitarlos; por ejemplo, apagando dispositivos, sentándote en la mesa y masticar lento.
  • Sustitúyelos por unos nuevos hábitos haciendo una nueva lista; por ejemplo, incluir 1 porción de verduras en mi almuerzo o cena a diario, tomando agua o bebidas sin azúcar.
  • Recuerda ser paciente pero persistente; los hábitos como ya sabes se forman con el tiempo, piensa en los beneficios que traerán a tu salud.

Y para empezar, tienes estos 5 hábitos con los que puedes mejorar tu alimentación:

  1. Limita el consumo de harinas refinadas, esto incluye los distintos azúcares presentes en productos procesados. Consume más granos integrales, semillas y tubérculos.
  2. Incluye proteínas en cada comida, carnes, huevos, legumbres y nueces; así tendrás mas fuerza y saciedad.
  3. Consume verduras en tus almuerzos al menos de 3 colores, obtienes vitaminas, minerales y fibra, además son bajas en calorías.
  4. Reduce y evita el consumo de alimentos y productos ultra procesados altos en grasas saturadas, grasas trans, azúcar añadido y aditivos artificiales que solo aportan extra de calorías vacías y que tienden a exacerbar la enfermedad metabólica o patología presente.
  5. Toma más agua y bebidas naturales por ejemplo bebidas con alguna propiedad antioxidante como el té verde, refrescos sin azúcar como cebada, linaza, agua de piña e infusiones de hierbas y especias con funciones desinflamantes.

Finalmente, un hábito de vida saludable que va de la mano con la alimentación es la práctica de algún deporte o actividad física, juntos pueden lograr efectos beneficiosos en la salud.

Recuerda, los hábitos de alimentación saludables contribuyen a retrasar el desarrollo de patologías y evitan estados de salud deteriorados. Si padeces de alguna enfermedad crónica degenerativa y deseas estar más saludable, acude a tus chequeos preventivos y controles periódicos.

 

Autor: Pámela Ponce de León Saavedra – Nutricionista CNP 4436

 

Fuente: